E-CnE - Thing.

Nada más despedirme de Hikaru, mi madre abrió la puerta de golpe, enfadada, casi podría haber roto la casa del estruendo que hizo. Por lo visto, se dio cuenta de que no estaba y había salido sin su permiso con alguien y además, traía conmigo un bonito animal que ella odiará, seguramente.

-¡Honoka! ¿¡Dónde narices te has metido!? ¿Y por qué traes eso?
-A ver, he estado con un amigo y él me ha comprado la mascota. Es un hámster.

Ella me miró acusadamente, como si hubiese cometido un hurto o un asesinato, porque no se creía nada de lo que le estaba diciendo. Ya es demasiado que haya salido de casa y más con alguien; añadiendo que es un chico.

-Tú no tienes amigos.-sí, lo sé, ¿hacía falta recordarlo? Gracias por destrozarme las pocas esperanzas que tenía sobre él.
-Igual sí tengo pero nunca te lo he dicho porque vamos, no me haces caso ni me dej-
-¡Sea lo que sea, llévatelo!

"Dejas acabar las frases." Me encanta que me demuestres lo que pienso, enserio, adoro que me den la razón sin que se den cuenta. Estoy comenzando a enfadarme, no sé si contestarle, pasar de ella o devolvérselo a Hikaru.

-Él te lo regaló con todo lo que necesitaba. ¡Planta cara! ¡Seguro que en el fondo lo acepta, pero quiere ver como te desenvuelves.

Lo pensé durante un momento, cogí aire e hice lo que me recomendó. Espero no cargármela ni montar una buena discusión.

-A ver. El chico ha tenido la delicadeza de pagar todo lo que necesita. Tenemos una jaula medianamente grande, con sus bebederos y comederos; además de una bolsa llena de comida que nos durará bastantes meses. ¡Sin olvidar el maravilloso paquete de tierra para el suelo!-repliqué, contando la verdad. Aunque más que decir lo que había pasado, parecía que estaba en un escenario de televisión, grabando un anuncio que me catapultaría a la fama.

Dejé la jaula con mi nueva mascota dentro de ella, encima de la mesa, y al lado, las bolsas. Me estaba quedando sin fuerzas y estaba bastante cansada del día de hoy. Mi madre se acercó al hámster y como si no quiere la cosa, la mascota, se acercó, con curiosidad, para ver con quién estaba discutiendo su dueña. Eso hizo que se le ablandase un poco el corazón.

-Está bien, te la puedes quedar, mientras que tú te hagas responsable de ella. ¿Qué nombre le vas a poner a esta cosa?

Nunca me gustaron los nombres muy conocidos o de personas, así que me lo pensé por un segundo hasta que mi mente se iluminó.

-¿Has dicho cosa? ¡Eres un genio! Se llamará Thing. Thing Akari.

Abrí la puerta de la jaula, metí mi mano y acaricié con suavidad a Thing.

-Por fin, bienvenida a la familia, Thing Akari Niwa.-murmuré, especialmente cuando nombré su segundo apellido.